Casos de mejoría
Terapia Depurativa Estilo Okada
SOBRE LOS TERAPEUTAS
Actividades de voluntarios
Las actividades de MOA International cuentan con el apoyo y dedicación de sus voluntarios, que cooperan con entusiasmo y deseo de ayudar a otras personas. Muchos voluntarios han sido pacientes y contribuyen con gratitud cooperando en las “campañas para promover la salud”, difundiendo el Sistema Integral de Salud que propone MOA.
En los tiempos modernos, a pesar de tener satisfechas las necesidades materiales, mucha gente expresa no sentir satisfacción en su corazón.
MOA cree en la importancia de disfrutar de la vida y a la vez contar con un espíritu compasivo y agradecido que anhela ayudar a la gente y a la sociedad. Cree que eso influye en la salud del cuerpo y la mente, logrando mejorías mediante un cambio en la forma de pensar y de comportarse en la vida cotidiana.
Además, podemos desarrollar una vida valiosa y plena al construir un hogar hermoso y una sociedad sana. MOA cree en las actividades voluntarias como una forma de vivir contento valorando el aporte personal y colectivo en acciones concretas que benefician a todos; es la imagen de una sociedad futura.
Por ello, el grupo de voluntarios, cooperando con los miembros de MOA, los individuos y los grupos que apoyan los objetivos de MOA, tratan de solucionar los problemas de cada persona y de la sociedad, especialmente los problemas de salud, hogar, educación y el problema del medio ambiente.
¿Por qué no aportan, ustedes también, sus conocimientos profesionales y sus experiencias en beneficio de la sociedad? Así, seguramente, podrán vivir dichosamente.
Casos De Mejoría
A través de la practica de nuestros voluntarios
Al principio, el dolor comenzó en el lado derecho de la parte baja de la espalda, y tomaba analgésicos mientras trabajaba. Sin embargo, el dolor se intensificó gradualmente, y comencé a tener dolor en la rodilla y el pie derecho.
Tomar medicamentos para el dolor no ayudó en absoluto, y finalmente no pude seguir trabajando.
Mi trabajo consiste en realizar trabajos de cableado para el teléfono e Internet, por lo que tengo que agacharme mucho y ya no podía hacerlo, también perdí fuerza en la espalda.
Así que busqué otro trabajo, pero no lo encontré fácilmente y no trabajé durante un año. Además, debido al dolor en el lado derecho de la cintura y las piernas, caminaba poniendo fuerza en la pierna izquierda haciendo que mi postura se inclinara gradualmente hacia el lado izquierdo impidiéndome mantenerme erguido.
Cuando era niño, mis padres se divorciaron y me crió mi madre. Quería que mi madre tuviera una vida fácil compensando las dificultades que había pasado, pero en realidad, yo vivía de sus ingresos, lo que era lamentable y mentalmente doloroso para mí.
En esta situación, mi madre también sufría varias enfermedades como trastornos de la menopausia, migrañas, estreñimiento, etc., pero mejoró después de recibir la Terapia Depurativa estilo Okada, por lo que me recomendó que recibiera el tratamiento.
Entonces, el dolor disminuyó desde la primera sesión y a la cuarta, el dolor había desaparecido, mi postura era casi recta y pude volver a mi antiguo trabajo.
Llevo 4 meses trabajando de forma continuada sin apenas dolor. Además de la mejora física, puedo trabajar y tengo ingresos económicos. Estoy realmente lleno de gratitud. Me gustaría que mucha gente conociera esta terapia.
Muchas gracias.
Víctor Hugo
En ese momento, el Sr. Tiago, quien experimentó que su dolor lumbar había desaparecido, recomendó que lo intentara, por lo que decidí recibir tratamiento de inmediato. Después de la operación, los cálculos renales se excretaron con orina esa noche y el dolor desapareció. Me sorprendió porque solo tuve un tratamiento. Después de eso, mi esposa y mis colegas de trabajo fueron atendidos. Gracias
Víctor
Desde aproximadamente los 12 años he sufrido dolores de la cintura y de los hombros debido a la escoliosis. Los médicos me dijeron que podía ser a causa del rápido crecimiento de mi estatura.
Siempre me habían dolido un poco la cintura y los hombros, pero debido a los años de trabajo, el dolor de la cintura se fue haciendo más fuerte y seguí trabajando tomando analgésicos.
Yo trabajo en una fábrica que confecciona prendas. Soy muy buena confeccionando prendas y trabajo como responsable en la fábrica. Me gusta mucho mi trabajo, por lo que he seguido trabajando tomando analgésicos (el Voltarén) pero el dolor fue aumentando y comencé a tomar entre 5 a 8 pastillas de Voltarén al día. El dolor fue incrementándose durante el trabajo y hubo muchos días que no podía ni dormir a causa del fuerte dolor. Comencé a sufrir hinchazón, calambres musculares, migrañas, acidez estomacal y solamente si tomaba medicamentos, podía evacuar el vientre una vez cada 5 o 7 días.
El médico me dijo que, o seguía con la medicación o que pronto, cambiara de trabajo. Pero yo no tenía intenciones de hacerlo ya que a mí me gusta mucho mi trabajo y busqué durante 8 años en las terapias alternativas, pero no encontré solución.
A través de una amiga que se había mejorado gracias al Sr. Ohno, pude pactar una cita y en la primera sesión pude conseguir una mejora en el dolor y esa noche pude dormir sin tomar el analgésico. Al hablarle al Sr. Ohno que quería seguir con el tratamiento sin cambiar el trabajo, él me dijo que podía seguir con el mismo trabajo y para ello me recomendó hacer un cambio en mis hábitos de vida.
El me dijo: “La enfermedad surge para que tomemos conciencia de mejorar nuestros hábitos de vida para mantener nuestro cuerpo saludable. Por eso quiero que escuche profundamente lo que su cuerpo le dice”. Así, comencé a consumir más alimentos a base de verduras y dejé de tomar azúcar. El Sr. Ohno me ha hecho el seguimiento, no solamente con la terapia, sino también a través de los sistemas de mensajería me ha hecho recomendaciones adecuadas a mi estado corporal sobre la alimentación e infusiones con hierbas.
Como continuaba trabajando, me dijo que necesitaría un mayor número de sesiones que el resto de las personas. Con un plan de 2-3 sesiones al mes, con un total de 8 sesiones, dejé de tener necesidad de tomar medicamentos. Desaparecieron los dolores, ya no tuve necesidad de seguir tomando, como lo había hecho hasta ahora, de los medicamentos como el Voltarén. Comencé a evacuar casi todos los días y desaparecieron los calambres musculares.
Con el apoyo del Sr. Ohno, tanto por el tratamiento en sí, como también luego del tratamiento y mediante la mejora de mis hábitos alimenticios, mi hinchazón corporal, la tensión de mi vientre desaparecieron y también mis dolores de hombros. Todos mis síntomas mejoraron favorablemente.
En ningún lugar de los que frecuenté durante estos 8 años encontré como con el Sr. Ohno, un seguimiento y apoyo que no solo se centró en la enfermedad, sino también en los aspectos anímicos y de la vida cotidiana.
Luego del tratamiento, en tres meses perdí 10 kilos de peso y las personas de mi alrededor comenzaron a preguntarme que qué me había sucedido que me veía más guapa y saludable. Como respuesta les hablo del tratamiento del Sr. Ohno y muchos amigos están recibiendo la terapia. Y me alegro mucho cuando me dicen que han mejorado luego del tratamiento. Actualmente recibo la terapia una vez al mes como prevención. Deseo que muchas personas conozcan esta impresionante mejora y por ello recomiendo que experimenten esta nueva terapia natural.
Sandra Soutelo
El informe de la anatomía patológica, indicaba que padecía un CARCINOMA ENDOMETROIDE FIGO GRADO 2. Resultado obtenido el 11/09/2020. Hay que realizar una resonancia magnética, me informaba la médica. Yo lloraba ante la imposibilidad de entrar en un tubo cerrado, por mi problema de claustrofobia. Era urgente, ya había que hacerla cuanto antes. Luego decidiría el equipo médico, si operar o dar radioterapia; pero antes tenían que saber el alcance de la zona invadida y por lo que había visto la doctora era algo que parecía haber abarcado mucho. Al preguntarle por qué no se lo quitaban y la intervenían. La cirujana me explicaba que había mucho riesgo, que se tenía en cuenta otros factores como la obesidad, la edad…
Al solicitar la resonancia con sedación, supe que había corrido mucho peligro en la anterior intervención de la biopsia, porque no podían entubarme. No obstante, yo esperaba que me fuera administrada una sedación para poder realizarme esa prueba y nunca me dieron esa cita con sedación.
Mi amigo Antonio, me dijo:” vente a MOA y recibe terapia “y así lo hice. El primer día acudí con mi bastón por dolor en mi rodilla y me puso Masujiro una dieta para limpiarme y la hice como mucho una semana y a los dos días me encontraba francamente bien. Me ponían las manos dándome la terapia y a la siguiente sesión, acudí ya sin llevar el bastón y me subía a la camilla con agilidad.
Ante esta nueva situación en mi vida, elevaba mis ojos al Cielo en espera de un milagro, lo primero que pedía era que pudiera soportar la resonancia y el segundo que, si era la voluntad de Dios, pasara de mí este cáliz y pudiera seguir viviendo y si no era así que al menos me diera fuerzas para poder soportar la muerte. Rezaban mis seres queridos y yo; aunque no todos tuvieron conocimiento de ello, preferí yo sola cargar con mis problemas y no entristecer a nadie. Muchas fueron las oraciones que se elevaron al Altísimo.
A los pocos días me fui al norte de España, a un prestigioso hospital, con médicos de mi confianza; el primer milagro surgía, no hubo necesidad de realizar la resonancia, no me lo podía creer, algo que tantísimo me angustiaba, desaparecía por arte de magia. Me sentía como San Pedro andando sobre las aguas cuando Jesús lo llamaba.
Saltaba de alegría, al poder librarme de algo que para la persona que tiene ese padecimiento de claustrofobia, sabe lo terrible que es.
Recibía la terapia y leía a personas que se habían mejorado sufriendo también un cáncer, ya que el tumor se les había empequeñecido. Parece como si a mí me hubiera pasado igual.
En el nuevo hospital no dudaron en operar a pesar del mucho riesgo que conllevaba por los problemas añadidos de no poder entubarme. La intervención se programó para 4 horas y 4 días de hospitalización. A las dos horas ya se había finalizado con éxito la operación y a los dos días ya estaba lista para salir del hospital, aunque permanecí uno más para asegurarnos de la mejoría. Al operar dijo el médico que se esperaba un quiste más grande y se extrañó de encontrarse un tumor más pequeño de tamaño. El 10/10/2020 se realizaba un diagnostico provisional: Ca de endometrio G2. Pendiente del resultado definitivo de anatomía patológica. Yo no soy patóloga, ni médico y no entiendo los términos; pero sí sé que ahora estoy curada, he de recuperarme de la operación y dentro de dos meses iré para una revisión.
Esperaba fallecer y ya había dejado dicho en la Clínica que un sacerdote me diera la Extremaunción si moría. Todas las explicaciones médicas recibidas en ambos hospitales me hacían esperar lo peor. Al abrir los ojos dije: ¡Estoy viva! Y me puse a llorar, de la alegría. Llanto que repetí en alguna otra ocasión, ante la emoción de verme así.
Las enfermeras se asombraban de que recién operada, me levantara al cuarto de baño como si nada, me duchara diariamente yo sola y no me quería tomar analgésicos porque no me dolía; aunque alguna enfermera me dijo: “no tiene que aguantar el dolor” tómese el Paracetamol y si le duele mucho , aquí le dejamos el Nolotil que es más fuerte y estando recién operada respondí que sólo tenía algo de ansiedad; pero no me dolía nada de nada y continué diciendo.”¡ para qué me lo voy a tomar”!.
Regresé a mi casa a cientos de kilómetros ante la dicha de haber sido afortunada; Dios me había regalado de nuevo la vida.
M.ª Carmen Sánchez Arapiles
En julio del año 2006, comencé a tener dolores en el pecho cuando tragaba y/o respiraba. Como los dolores persistían, fui a emergencias del centro de salud de la ciudad. El médico, luego de examinarme decidió enviarme al servicio de Urgencia del Hospital.
Allí me examinaron y detectaron dos úlceras del esófago que habían reventado y estuve hospitalizada durante 8 días.
Cuando me dieron el alta, el médico me dio un tratamiento a base de píldoras que debía tomar durante dos meses. Este tratamiento lo realicé solo durante 15 día, ya que una semana después de mi alta hospitalaria, comencé mi tratamiento con el Sr. Ohno.
Yo realicé un tratamiento de continuidad de TDO recibiendo terapia dos a tres veces al mes durante tres meses.
En noviembre me sometí a una nueva endoscopía y tuve una cita con el médico especialista que me acompañó. Cuando el médico vio el resultado de la prueba me dijo que todo estaba bien y que las úlceras no habían dejado cicatriz en mi esófago. Aún en la actualidad, en el año 2020 no he vuelto a tener dolor.
Mi segunda experiencia fue en el año 2012.
El día 7 de agosto del 2012 a las 6:25 di a luz a una niña. Pero el parto no fue bien debido a que retuve la placenta (ésta casi no había salido). Los médicos esperaron 30 minutos para después comprobar si ésta se había despegado. Yo comencé a sentirme mal, por lo que el médico decidió llevarme a la sala para extraer la placenta. Solo recuerdo entrar en la sala y ver que había varias personas esperando que usara una máscara.
Me desperté a las 10:30 de la mañana y me informaron que iría a cuidados intensivos. Estuve en la sala de cuidados intensivos 5 días, 3 de los cuales en coma inducido.
Cuando recobré el conocimiento, me llevaron a la enfermería. El médico que estaba de guardia me dijo lo que me había sucedido. Había sufrido una embolia pulmonar y la hemorragia continuaba. Cuando se percataron que estaba teniendo una embolia pulmonar, la prioridad dejó de ser el quitar la placenta y se centraron en estabilizarme respecto a la embolia y a la hemorragia.
Después de 11 días de hospitalización, me dieron el alta.
Me hicieron un seguimiento en el hospital, todas las semanas tenía que hacer un análisis para ver cómo estaba reaccionando mi organismo y me hicieron una ecografía para ver el estado de la placenta. El médico que seguía mi caso determinó que lo mejor sería una histerectomía.
Por supuesto, cuando tomé conciencia de esto, me llenó de pavor la cirugía y fue en ese momento cuando pensé en recurrir a la TDO. Por extraño que parezca, encontré al Sr. Ohno ese día y le conté lo que me había sucedido. Desde el siguiente día, comencé a recibir todos los días las sesiones de terapia en el centro Okada pero continué haciéndome las revisiones de la sangre en el hospital.
Comencé a tener hemorragias después de 10 sesiones, lo cual sería bueno, pero el médico dijo que debería hacerme la cirugía porque la placenta no saldría y en una consulta en septiembre, me programaron la cirugía para el día 23 de noviembre del 2012.
Como creía en la terapia, continué durante 15 sesiones más y en el transcurso de ellas comencé a eliminar impurezas del útero y el día 13 de octubre sentí que me estaban saliendo gran cantidad de ellas y pensando que podría estar saliendo la placenta fui al hospital. Por coincidencia, el médico que estuvo siempre conmigo estaba de guardia. Estaba perplejo por lo que estaba viendo porque la placenta después de 2 meses y 6 días se había ido, por lo tanto se canceló la cirugía para su extracción.
Así, han transcurrido 14 años desde que comencé a recibir la terapia con el Sr. Ohno quien cuida de mi salud, de mi familia y mis amigos por lo que le estoy muy agradecida.
En la actualidad, en el año 2020 gozo de buena salud y he escrito esta experiencia con el deseo de recomendárselas a todos para que puedan experimentar con la TDO.
Amelia Silva
Todos estos síntomas comenzaron hace 5 años, a partir de la muerte de mi madre. Sentía soledad, tenía insomnio, ansiedad, pérdida de memoria, hinchazón del cuerpo. Aumenté de peso porque debido a la ansiedad mi alimentación era irregular y tomaba dulces y muchos alimentos con muchas calorias y para dormir tomaba medicamentos. De esta manera buscaba aliviar mi angustia.
En esa época, me vió el psiquiatra y la cantidad de medicamentos aumentó gradualmente y también estos eran cada vez más potentes.
Durante esos 5 años periódicamente me visité en el hospital y, aunque tal como me habían dicho los médicos tomaba todos los medicamentos prescritos, mi estado no mejoró en absoluto.
Como resultado, llegué a tomar en un día hasta 10 pastillas de diferentes medicamentos, mi cabeza no funcionaba, estaba todo el día ausente, lloraba todos los días de tristeza y comencé a sentir que vivir era penoso.
Gracias a la preocupación de mi marido y de mi hija que buscaron un tratamiento distinto a la medicina occidental, dieron con un amigo de mi marido quien le dijo que su madre había mejorado de su depresión con la terapia, por lo que decidió preguntarle . Al oir su experiencia, le surgieron esperanzas y me propuso que reciibera la terapia.
En la primera sesión, el Sr Ohno escuchó atentamente lo que yo había sufrido a lo largo de estos 5 años y luego me hizo la terapia. Entonces, esa noche pude dormir profundamente y sentí que la fuerza surgía de mi cuerpo. Gracias a los cuidados de mi marido yo pude encontrar una nueva alternativa de medicina natural.
En la segunda sesión mejoró mi estreñimiento y como no hacía ejercicios físicos, comencé a caminar. El Sr. Ohno me dijo: “ La enfermedad es un mensaje que le envía el cuerpo para que logre la felicidad, avisándole de sus pensamientos y hábitos de vida cotidiana errados. Cuídese.” Dialogando, me confeccionó un plan para la mejora de mis hábitos de alimentación y mis ejercicios físicos. Me hizo reflexionar sobre mi forma de pensar equivocada. Porque en ese entonces yo no tenía autoestima y no tenía cuidado de mi salud y pensaba que con tomar medicamentos ya estaba bien y que eso me pondría bien.
En la tercera sesión, desapareció la tensión abdominal y me dio la sensación que me había adelgazado un poco y mejoré la autoestima ya que me sentía más saludable.
Posteriormente, debido al coronavirus se produjo el confinamiento en los hogares. El Sr. Ohno a través de los sistemas de mensajería me hizo el seguimiento sobre alimentación, ejercicios físicos así como el apoyo emocional.
Por su sugerencia, pedaleé utilizando la bicicleta que había en casa, basé mi alimentación en las verduras y evité tomar dulces. Gracias a su tratamiento y apoyo me nacio el profundo deseo de mejorar mi salud y en la cuarta sesión, tres meses de haber iniciado el tratamiento, había bajado 15 kilos.
Al hacer la consulta con el psiquiatra, al ver la espectacular mejoría, me quitó 4 medicamentos dejando 6 de los 10 que tomaba.
En la octava sesión, como había continuado en la mejora de los hábitos de la vida cotidiana mi estado de salud era muy buena, al hacer la consulta con el médico me volvió a reducir 4 medicamentos dejando solo 2.
El médico me dijo que si seguía la mejora, en un par de meses ya no sería necesario tomar más medicamentos. En la posterior sesión, la 12va, como mi estado de salud era bueno, al hacer la consulta con el médico me dijo que al haber vuelto a la normalidad, podía probar de dejar de tomar los medicamentos.
Hoy estoy curada de la enfermedad por la cual durante 5 años continué tomando medicamentos sin ver mejoras. Ya no lloro todos los días como lo hacía antes, tampoco sufro de insomnio. Trabajo todos los días con salud. Las personas de mi alrededor me dicen que me veo súper saludable y les gusta mi sonrisa. Además me preguntan dónde he recibido el tratamiento, por lo que les recomiendo al Sr. Ohno. Le estoy muy agradecida ya que condujo mi vida hacia la felicidad.
Muchas gracias.
Paola Manuela Mchado Alvez
En el año 2013 mi hija fue diagnosticada con colitis ulcerosa, en ese entonces ella tenía 11 años. Ella tomó todos los medicamentos, gránulos, Imuran, Infleximab, Humira, pero no mejoró.
Como su colitis era de moderada a severa, cuando dejó la cortisona, volvieron los calambres y la diarrea. Se examinó y recibió tratamiento en diversos hospitales, pero en todos los hospitales los tratamientos se basaban en muchos medicamentos y corticoesteroides y mi hija seguía con malestar general, mal humor, baja estima, sin calidad de vida y las discusiones con ella aumentaron. Me apenaba que tuviera que estar siempre vigilando el lavabo de cerca. Tanto mi hija como yo sufrimos mucho a causa de esta enfermedad. Ella siempre estaba malhumorada, no hablaba mucho con sus compañeros de clases y no tenía amigos. Su estado, tanto físico como emocional era malo y yo no sabía qué hacer. Yo me había divorciado cuando mi hija era pequeña, su padre se había marchado lejos al extranjero y casi no se veía con ella. Pensando que también debido a esta situación, su estado emocional le había producido la colitis ulcerosa, me sentí culpable y sufría mucho.
En este estado de cosas, encontré a Sr. Ohno y se produjo la mejoría.
En febrero de 2018 escuché su charla sobre salud y rápidamente pedí una consulta.
Le dio un tratamiento preciso, adecuado al estado de mi hija y los síntomas que sufría hasta el momento no volvieron a repetirse. Los dolores abdominales se redujeron ampliamente, y aunque el consultorio del Sr. Ohno estaba distante, recibió la terapia dos veces al mes y al finalizar los seis meses, las deposiciones se normalizaron y los dolores desaparecieron por completo. Desde entonces han pasado más de dos años, ella recibe el tratamiento natural tratamientos una vez cada tres meses y continúa en buen estado. Ella ya no precisa correr al lavabo. Por supuesto, de vez en cuando se pone de mal humor y cuando se estresa suele tener diarrea, pero ya no toma medicamentos de la medicina convencional.
El Sr. Ohno nos ha hecho el seguimiento a través de los sistemas de mensajería, no solo respecto al tratamiento de la enfermedad, también comprobaba su estado general, asimismo me daba sus consejos respecto a mis preocupaciones e inquietudes. También nos dio su apoyo y sugerencias sobre las mejoras del día a día, cosa que fue de gran ayuda.
En especial, me dijo repetidamente: “el estado emocional de la madre, influye mucho en la hija” y siempre estuvo atento a mi estado emocional. No hay un lugar donde hagan un seguimiento de apoyo hasta este punto. Aquí, a diferencia de la medicina convencional, no buscan solo la cura de la enfermedad, sino que siento que es un ejemplo de un tratamiento holístico, de una nueva medicina y que cura al ser humano de forma holística incluida la vida social.
Mi hija se sentía sola y no tenía amigos, pero actualmente ha hecho amistades, tanto ella como yo estamos plenos de agradecimiento. Sinceramente, por mi privacidad y la de mi hija, no deseaba contar esto a muchas personas, pero estoy plena de gratitud por el apoyo del Sr. Ohno durante estos más de dos años y por el deseo de que lo sepan personas que sufren de colitis ulcerosa al igual que lo hizo mi hija, es que he escrito esto.
Muchas gracias.
Isabel Costa
Me hicieron varias pruebas, pero no se detectó nada, todo fue siempre normal. Como no se sabía la causa del dolor de cabeza y el dolor persistía, seguí tomando medicamentos, pero el dolor continuó.
Mi batalla contra el dolor comenzó a los 10 años. Tomé medicamentos recetados por mi médico de cabecera y otros especialistas, y finalmente, medicamentos de prueba, pero nunca mejoré. Y después de más de 30 años de pruebas y sin una calidad de vida normal, realmente pensé que iba a perder la cabeza.
En noviembre de 2020, la madre de mi amiga se curó de su migraña que había durado más de 10 años, y me recomendó que tomara el tratamiento porque pensaba que podría curar mi dolor de cabeza también. Seguí los consejos de los staff e intenté mejorar mi dieta comiendo menos azúcar y más comida vegetariana.
Después del primer tratamiento, sentí que mi dolor era más débil de lo habitual, así que pensé que tal vez mejoraría, así que tomé el tratamiento continuado. Después del tercer tratamiento, casi no tenía dolor sin tomar ningún medicamento, así que tomé el tratamiento varias veces después de eso.
Posteriormente, durante 4 meses sin tomar ningún medicamento no he tenido ningún dolor. Mi calidad de vida ha mejorado y sólo puedo expresar mi gratitud por la alegría de estar libre del dolor y la medicación que he estado tomando durante más de 30 años. Ahora estoy contando mi experiencia a muchos de mis amigos y me alegra informar de que muchas personas están mejorando con el tratamiento.
Antonio Hiveiro
Fue entonces que un amigo me presentó la Terapia Depurativa y comencé enseguida a recibirla. Cuando recibí el primer tratamiento, me sentí mejor y mi cuerpo se sintió renovado, así que continué recibiendo el tratamiento.
Después de unos cuatro tratamientos, empecé a sentir un gran cambio en mi cuerpo: no tenía tantos síntomas vasomotores y podía dormir profundamente. Además, solía ir de cuerpo sólo dos o tres veces por semana, pero ahora voy los días, y mi estreñimiento ha mejorado.
Especialmente cuando estaba deprimida deseaba comer dulces y consumía mucho azúcar, pero dejé de anhelar los dulces y me pasé a las verduras y las frutas. También empecé a hacer ejercicio poco a poco, y pude perder 14 kg en 4 meses, lo que mejoró mi condición física. Además, mi único hijo llevaba un año sin trabajar debido a un dolor de espalda, pero tras unos cuantos tratamientos pudo empezar a trabajar, lo que me ayudó económicamente, y estoy muy agradecida por mi salud y mis bendiciones financieras.
Alice Teixeira
En consecuencia, mis músculos se debilitaron y por problemas en mi sistema respiratorio, para respirar debía hacerlo de manera consciente.
En septiembre el año 2015, por recomendación de mi amiga Christine, fui al Centro MOA de Málaga que está en la zona sur de España. Recibí mi primera sesión de Terapia del señor Masuhiro. Al hacerlo me comenzó a surgir energía desde dentro de mi cuerpo y no tuve necesidad de usar bastón. Sentí que era poseedor de una gran energía.
Luego de haber recibido la tercera sesión de Terapia, me hice los análisis de sangre para ver el estado de mi dolencia y el resultado era que estaba mejorando. También, había tenido hasta hacía poco tiempo una gran inflamación en la espalda y a través de recibir la terapia y justo antes de hacerme una cirugía, la situación mejoró por lo que estoy muy contenta.
No tengo palabras para manifestar mi agradecimiento por haber conocido esta Terapia. A la vez de haber mejorado mi salud hasta un estado impensable hace tres años, estoy sorprendida ya que yo misma he estudiado sobre la terapia y puedo aplicarla.
En el año 2016 pude recibir en el Centro MOA la Terapia Depurativa estilo Okada de forma continua. Después de ésto, mi médico de cabecera me dijo: “Cada vez que usted regresa de España los valores de sus análisis y los síntomas han mejorado. Continúe con esa Terapia.” De esta manera, me disminuyeron la cantidad de cortisona y los síntomas de mi enfermedad dejaron de empeorar. Al contrario, aumentó mi vitalidad y puedo caminar largas distancias sin perder el aliento. He comenzado una nueva vida encaminada hacia “la verdadera salud”.
Agradezco de corazón al Maestro Okada. En la actualidad, en Alemania han surgido nuevos asociados a MOA y nos hemos unido prometiendo expandir la Terapia Depurativa estilo Okada y sus Enseñanzas y estamos trabajando en ello. Mi deseo es que la mayor cantidad de personas que viven en Alemania sepan y aprendan la Terapia Depurativa. Además, también espero que los profesionales de la salud, tomen como referencia la forma de pensar, la filosofía de la Terapia y cambien hacia una medicina occidental ligada con ella.
Muchas gracias.
Karin Rabel
“La gratitud da lugar a la gratitud y la ingratitud crea más ingratitud.”
Mokichi Okada
Jane Miller